Alemania: continúan los ensayos a campo con cebada y papa transgénicas

La Oficina Federal de protección al Consumidor y Seguridad Alimentaria autorizó más ensayos con plantas de papa y cebada genéticamente modificadas. Las solicitudes forman parte de un programa de investigación financiado por el Ministerio Federal de Educación e Investigación de Alemania.

La Oficina Federal de protección al Consumidor y Seguridad Alimentaria autorizó más ensayos con plantas de papa y cebada genéticamente modificadas. Las solicitudes forman parte de un programa de investigación financiado por el Ministerio Federal de Educación e Investigación de Alemania.

Los ensayos con papas transgénicas incluyen los desarrollos realizados por científicos de la Universidad de Rostock, destinados a la producción de biopolímeros. Estas papas transgénicas contienen un gen de una cianobacteria que le permite producir cianoficina. Este compuesto puede usarse como material de partida para fabricar poliaspartato, un plástico biodegradable. En particular los ensayos son para analizar si la introducción del gen modifica el comportamiento agronómico de las plantas de papa o si aparece algún otro efecto no esperado que pueda dañar el ambiente.

En cuanto a la cebada, se están probando dos líneas resistentes a hongos desarrolladas por investigadores de la Universidad de Giessen. Luego de varios ataques que destruyeron los ensayos en Giessen en los últimos años, la Universidad decidió hacerlos ahora en Mecklenburg-Western Pomerania. Una de las líneas de cebada transgénica contiene un gen de un hongo del suelo que le permite producir quitinasa, una enzima que degrada a la quitina, que forma parte de la pared de las células de los hongos. La otra línea contiene un gen de una bacteria del suelo que hace que las plantas de cebada puedan fabricar glucanasa, una enzima que las hace más resistentes a los hongos y también más fáciles de procesar. Una de las preguntas que debería responder este ensayo es si estas enzimas, ahora fabricadas por la cebada, podrían dañar a los hongos benéficos del suelo, ya que la cebada, como otras plantas, vive en simbiosis con hongos micorrícicos (micorrizas). Además, se ensayará si la producción de estas nuevas enzimas afecta la composición y características de las plantas.