Alemania aprueba los ensayos de campo con papa y remolacha azucarera GM
La Oficina Federal alemana de Protección al Consumidor y Seguridad Alimentaria (BVL) ha confirmado la aprobación de ensayos al aire libre de la remolacha azucarera resistente al glifosato, así como de la papa (patata) modificada genéticamente con altos contenidos en almidón, según refleja en su edición digital la agencia Reuters.
La Oficina Federal alemana de Protección al Consumidor y Seguridad Alimentaria (BVL) ha confirmado la aprobación de ensayos al aire libre de la remolacha azucarera resistente al glifosato, así como de la papa (patata) modificada genéticamente con altos contenidos en almidón, según refleja en su edición digital la agencia Reuters. Por su parte, la empresa Planta ha obtenido el permiso de cultivar 12.000 metros cuadrados de remolacha azucarera transgénica en dos campos entre los años 2008 y 2011. Además, también ha recibido permiso BASF Plant Science, departamento del grupo químico alemán de mismo nombre, quien podrá plantar 30.000 metros cuadrados de patatas modificadas genéticamente en tres campos entre los años 2008 y 2012. El órgano alemán explicó que “la evaluación de seguridad llevado a cabo por la BVL concluyó que dichos ensayos al aire libre no podían tener ninguna influencia negativa sobre los seres humanos, sobre los animales ni tampoco sobre el medio ambiente”. Además, ha matizado que la recolección de dichas cosechas no podrá ser vendida en cualquier caso ni como alimentos ni como piensos. Para evitar la polinización cruzada en el caso de la remolacha azucarera, Planta deberá comprobar cada dos semanas sus cultivos para destruir cualquier flor que pueda originar la diseminación del polen. Además, la BVL establece que el campo cultivado con dicha planta transgénica ha de tener una distancia de 10 metros respecto a los cultivos colindantes. A día de hoy, el total de peticiones que la BVL ha recibido por partes de los agricultores para plantar maíz transgénico supera ya las 4.400 hectáreas, una cifra que supera considerablemente las 2.753 hectáreas cosechadas durante la temporada pasada. Pese a que en los últimos años se haya registrado una tendencia ascendente en cultivos transgénicos, aún es un cultivo minoritario respecto a las 1,8 millones de hectáreas cultivadas al año. Esta decisión hace prever una mayor apuesta por estas variedades por parte de los agricultores. Pese a que la Unión Europea ha legalizado la producción comercial de varias variedades de maíz modificado genéticamente, los ensayos de campo han de ser siempre aprobadas por los gobiernos nacionales.