Transformando a los árboles en cazadores de tóxicos
El Dr. Richard Meagher, profesor de genética de la Universidad de Georgia, modificó genéticamente árboles para que extraigan mercurio del suelo, lo almacenen sin causar daño, y lo conviertan en formas menos tóxicas para luego liberarlas al aire. Este es uno de los tantos objetivos que plantea el Dr. Meagher en sus proyectos que se basan en la modificación genética de los árboles para descontaminar el suelo.
El Dr. Richard Meagher, profesor de genética de la Universidad de Georgia, modificó genéticamente árboles para que extraigan mercurio del suelo, lo almacenen sin causar daño, y lo conviertan en formas menos tóxicas para luego liberarlas al aire. Este es uno de los tantos objetivos que plantea el Dr. Meagher en sus proyectos que se basan en la modificación genética de los árboles para descontaminar el suelo. “Durante años me trataron de charlatán," señaló. “La gente no creía que las plantas podrían hacer esto”. Sin embargo no es el único que experimenta con árboles. En muchos laboratorios de todo el mundo los investigadores están usando a la ingeniería genética, y el conocimiento que tienen sobre los genes de los árboles, para modificarlos, con el fin de cambiar sus ciclos reproductivos, acelerar sus crecimientos y modificar su composición, alterar su capacidad de almacenar carbono, resistir enfermedades y absorber tóxicos. Los árboles del Dr. Meagher fueron diseñados para remover metales pesados de suelos contaminados en lugares donde otras formas de limpieza son imposibles o económicamente prohibitivas. Como el mercurio es un elemento, no se puede degradar en sustancias más pequeñas, por lo tanto los árboles no transgénicos, al absorber el mercurio del suelo, terminan liberándolo nuevamente a la atmósfera, cayendo sobre el suelo en unos pocos años otra vez. Los científicos que emplean esta metodología creen que la ingeniería genética es una manera de disminuir la presión sobre los bosques nativos. Dicen que si se consiguen plantaciones de árboles que crezcan más rápido y además tengan características comerciales interesantes, la industria ya no va a querer usar los árboles de los bosques. Entre los objetivos principales de la modificación se encuentra la generación de árboles con menos lignina, para facilitar el proceso de obtención de papel y disminuir el uso de químicos en el proceso. Los científicos encontraron además una relación entre un menor contenido de lignina y un crecimiento más rápido, lo que resulta interesante a la hora de pensar en plantaciones para este fin.