Unión Europea: atrasos con los transgénicos provoca crisis en la producción de carne
Europa enfrenta una seria crisis en el abastecimiento de carne debido a la resistencia política y atrasos en la aprobación de cultivos genéticamente modificados para alimentación animal.
La escasez de granos y el alza de precios están provocando un caos en el sector, que resulta en una disminución en la producción de carne de cerdo y aves. Un informe interno de la Unión Europea ha identificado el problema como parte de la política que la UE tiene hacia los productos derivados de cultivos transgénicos u OGM. Europa está luchando para conseguir las proteínas suficientes para alimentar a sus animales, lo que lleva a un aumento considerable de precios.
La UE importa el 80% de las proteínas que necesita para alimentación animal, la gran mayoría proveniente de variedades de soja y maíz transgénicas. “Fuera de Europa, los productores están volcándose cada vez más al empleo de OGM, debido a los mayores rendimientos que obtienen, pero la velocidad de este crecimiento está dejando a la UE varada con cada vez menos fuentes de alimentos”, señaló la Asociación Europea de Productores de Alimentos para Animales.
El problema se está agudizando y está forzando a los productores a criar menos animales, afectando el abastecimiento de carne. "Estamos viendo el colapso de la industria ganadera y avícola," declaró Alexander Doring, secretario de la asociación. La crisis está creando además un conflicto dentro de la propia Comisión Europea, enfrentando a la Dirección General de Agricultura con las de Salud y Ambiente, responsables de la aprobación de los OGM.
La proteína para alimentación animal es importada de Estados Unidos, Brasil y Argentina, y en esos países avanzan las aprobaciones de nuevas variedades, mientras que en Europa demoran mucho. Además, la UE ha adoptado la política de “tolerancia cero”, que implica que un solo grano de un cultivo no aprobado puede hacer que todo un cargamento sea rechazado y no pueda entrar al continente europeo.
La consecuencia de esta crisis en un corto plazo es un aumento de precios que llevará a los sectores avícola y porcino a reducir su producción, y consecuentemente disminuirán las exportaciones y el consumo interno, favoreciendo la importación de carne aviar y porcina. "Vamos a terminar importando carne de América Latina y de Estados Unidos, y comiendo animales que han sido alimentados con OGM en esos países”, concluyó irónicamente Doring.